Estudio de las Obras de Allan Kardec

por Astolfo O. de Oliveira Filho

 
La Revista Espírita de 1862

Parte 6


Continuamos el estudio de la Revue Spirite correspondiente al año 1862. El texto condensado del volumen citado será presentado aquí en 16 partes, tomando como base la traducción de Júlio Abreu Filho publicada por EDICEL.


Preguntas para el debate


A. ¿Se puede decir que el Espiritismo da a las personas una satisfacción moral?

B. ¿Cuál es la principal diferencia entre la locura patológica y la locura obsesiva?

C. ¿Tenía Kardec un aprecio especial por el Cristianismo?


Texto para la lectura


58. La Naturaleza, según Kardec, adecuó los cuerpos al grado de adelanto de los Espíritus que debían encarnar en ellos. Por eso los cuerpos de los grupos étnicos(1) primitivos poseen menos corrientes vibratorias que los cuerpos de los grupos étnicos espiritualmente más adelantados.  (PP. 99 a 102)

59. Kardec escribe sobre el crecimiento rápido del Espiritismo. “Hay varias causas para esto”, dice. “La primera, y sin dudas, como ya explicamos en varias circunstancias, es la satisfacción moral que brinda a los que lo comprenden y practican. Pero esta misma causa en parte recibe su fuerza del principio de la reencarnación.”  (P. 103)

60. La reencarnación es una llave que abre nuevos horizontes, que da una razón de ser a innumerables cosas incomprendidas, que explica lo inexplicable y concilia todos los acontecimientos de la vida con la justicia y la bondad de Dios. Sin la reencarnación, ¿a qué causa atribuir las ideas innatas? ¿La idiocia, el cretinismo, el salvajismo al lado del genio y de la civilización? ¿La profunda miseria de unos al lado de la felicidad de otros? ¿Las muertes prematuras y tantas otras cosas? (P. 106)

61. Concluyendo el artículo, el Codificador informa que la aceptación de la reencarnación gana terreno diariamente y que en Francia sus adversarios son un número imperceptible. Incluso en América, afirma Kardec, donde los adversarios de esta idea son más numerosos, la pluralidad de las existencias corporales se empieza a popularizar. (P. 107)

62. La Revue relata los hechos relacionados con la monomanía epidémica verificada en una parte de la Alta Saboya, contra la cual fallaron todos los recursos de la medicina y de la religión. El único medio que produjo algún resultado fue la dispersión de los individuos por diversas ciudades. Según  Georges, en mensaje transmitido en la Sociedad Espírita de París, a esa región deberían ser enviados los magnetizadores, espiritualistas o espíritas, y no los médicos, a fin de disipar la legión de Espíritus malvados que causaban allí tantos disturbios. (P. 108)

63. Comentando el asunto, Kardec afirma que es necesario distinguir la locura patológica de la locura obsesiva. La primera es producida por un desorden en los órganos de manifestación del pensamiento. En la segunda, no hay lesión orgánica. El Espíritu es el que se encuentra afectado por la subyugación de otro Espíritu que lo domina y dirige. (P. 110)

64. Comunicaciones obtenidas en Burdeos, La Haya, Sens, Lyon y Frankfurt, con respecto a la teoría de los ángeles caídos publicada anteriormente por Kardec, concuerdan totalmente con la tesis expuesta en la Revue. El razonamiento cabal, dicen los Espíritus, no puede admitir la creación de Espíritus puros y perfectos rebelándose contra Dios. (PP. 111 y 112)

65. Girard de Codemberg, autor de un libro sobre el Mundo Espiritual, que contiene comunicaciones excéntricas que denotan una manifiesta influencia obsesiva, falleció en 1858 y, evocado en Burdeos, reconoció los diversos errores contenidos en la referida obra, entre ellos la negación de la reencarnación que ahora él admitía. (PP. 115 a 118)

66. El Espíritu de Jean de La Bruyère, evocado en Burdeos, afirma que, aunque la inteligencia del hombre ha avanzado, la mejoría moral no dio ni un paso. Reconoce, sin embargo, que el Espiritismo será más feliz en sus acciones: “Poco a poco os ajustaréis a su doctrina y reformaréis los vicios que en vida os señalamos”. (PP. 118 y 119)

67. La Revue publica dos poemas de Elisa Mercoeur, recibidos por la Sra. Cazemajoux, en Burdeos. (P. 120)

68. ¿Tiene mártires el Espiritismo? Respondiendo a esta pregunta, Kardec dice que, en principio, el Espiritismo nunca se proclamó como rival del Cristianismo, del cual se declara hijo. Él combate el ateísmo y el materialismo y reposa sobre las bases fundamentales de toda religión y sobre la moral de Cristo. “Si renegase del Cristianismo – afirma Kardec – se desmentiría y se suicidaría.” (P. 121) (Continúa en el próximo número.) 


Respuestas a las preguntas


A. ¿Se puede decir que el Espiritismo da a las personas una satisfacción moral?

Sí. Brinda, sin duda, una satisfacción moral a los que lo comprenden y practican, sentimiento que recibe su fuerza del principio de la reencarnación, porque la reencarnación es una llave que abre nuevos horizontes, que da una razón de ser a innumerables cosas incomprendidas, que explica lo inexplicable y concilia todos los acontecimientos de la vida con la justicia y la bondad de Dios. Sin la reencarnación, ¿a qué causa atribuir las ideas innatas? ¿La idiocia, el cretinismo, el salvajismo al lado del genio y de la civilización? ¿La profunda miseria de unos al lado de la felicidad de otros? ¿Las muertes prematuras y tantas otras cosas? (Revue Spirite de 1862, pp. 103 y 106.)

B. ¿Cuál es la principal diferencia entre la locura patológica y la locura obsesiva?

Comentando el asunto, Kardec explica que la primera – la locura patológica - es producida por un desorden en los órganos de manifestación del pensamiento. En la locura obsesiva no hay lesión orgánica. El Espíritu es el que se encuentra afectado por la subyugación de otro Espíritu que lo domina y dirige. (Obra citada, pág. 110.)

C. ¿Tenía Kardec un aprecio especial por el Cristianismo?

Sí. El Codificador afirma en la Revue que el Espiritismo nunca se proclamó como rival del Cristianismo, del cual se declara hijo. Él combate el ateísmo y el materialismo y reposa sobre las bases fundamentales de toda religión y sobre la moral de Cristo. “Si renegase del Cristianismo – afirma Kardec –, se desmentiría y se suicidaría.” (Obra citada, pág. 121.)

 

Nota del editor:

(1) En lugar de la palabra “razas” adoptamos la expresión “grupos étnicos”, que es más apropiada al estado actual del conocimiento humano que entiende que solo existe en la Tierra una raza – la raza humana, que se divide en diferentes grupos étnicos, pero que pertenecen a un tronco único.

 
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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