Una visión de la Revista Espírita y su precioso contenido

Espírita desde hace 10 años, natural y residente de São José do Rio Preto (SP), Allê De Paula (foto) es fisioterapeuta y profesional en Educación Física, ejerciendo ambas funciones, y como espirita está vinculado a la Associação Espírita Paulo de Tarso,  como simple colaborador. Conferencista bastante requerido y divulgador de la obra de Kardec, nos habla sobre la preciosidad del contenido de La Revista Espírita, periódico fundado por Kardec.

Explique al lector qué es La Revista Espírita.
La Revista Espírita está compuesta por 12 ejemplares, siendo cada volumen los fascículos de cada año, ya que era editada en fascículos mensuales por el propio Kardec. Tuvo su primer número el 1º de enero de 1858, extendiéndose hasta abril de 1869, bajo el comando del maestro lionés Allan Kardec.  Cuando desencarnó, el 31 de marzo de 1869, el número de abril ya estaba preparado y fue publicado con su firma. De ahí en adelante quedó encargada al Sr. Vautier, entonces presidente de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, aliado del Sr. Leymarie.

¿Que se destaca de su contenido?

Kardec nos dice que las Revistas Espíritas son una variada colección de hechos, de explicaciones teóricas y de fragmentos aislados, que completan o que se encuentran en las dos obras precedentes, fundamentando de cierto modo su aplicación. Su lectura puede hacerse simultáneamente con esas obras, aunque más provechosa y sobre todo más inteligible sería si se hiciese después de El Libro de los Espíritus.

¿Y cómo podemos aprovecharla en nuestros estudios e investigaciones espíritas?

La Revista Espírita es la obra que COMPLETA la Codificación (Kardec). Todo estudioso del Espiritismo sabe que Kardec indica frecuentemente en sus libros, la consulta de ese periódico. El énfasis dado a la palabra completa fue para demostrar que las Revisas Espíritas están dentro de la codificación y no como muchos piensan, dejándolas de lado y volviéndolas insignificantes. Entonces tenemos que estudiar e investigar.

¿Considera la publicación de gran utilidad para la preparación de conferencias y grupos de estudios? ¿Por qué?

Sí. Sin ninguna duda. En las Revistas los lectores tendrán acceso a ricos detalles sobre los temas tratados por Kardec a lo largo de la formación y desarrollo del movimiento espírita. Sabrá más sobre la Codificación (23 libros. No solo 5 como piensa la mayoría) y además habrá ampliado su concepto sobre el Espiritismo, como filosofía y ciencia. Además el estudiante tomará contacto con los diversos casos informados por la prensa de la época, casos interesantes y loables o censurables y hasta curiosos ofrecían contenidos para los estudios morales serios a la luz del Espiritismo.

¿Por qué se acostumbra decir que Kardec la transformó en un verdadero laboratorio de investigación espírita?

La Revista Espírita fue ese inestimable laboratorio, una especie de tribuna libre, utilizada por Allan Kardec para sondear la reacción de los hombres y la impresión de los Espíritus sobre determinados temas, aun hipotéticos o mal comprendidos, mientras aguardaba su confirmación. Un gran laboratorio. Porque temas que no podían ser desarrollados ampliamente en sus obras, sujetas a límites de espacio, eran analizadas en La Revista Espírita con minuciosidad. Recogía temas aparentemente vulgares, sin importancia, y los interpretaba desde el punto de vista espírita, enriqueciéndolos con su análisis cuidadoso, haciendo emerger sus causas y consecuencias. A través de la Revista también escribía valiosos comentarios.

¿Qué le llama más la atención de la publicación?

La seguridad, el respeto con que Kardec conducía las Revistas. Siempre apoyado en la lógica, la razón, la imparcialidad y, sobre todo, en el buen sentido, características de todos sus textos. Kardec escribe con objetividad y simplicidad, pero con profundidad, completamente y se hacía entender por las personas desde las más sencillas hasta los intelectuales más exigentes.

¿Qué hecho significativo en relación a la publicación le gustaría destacar?

- Un caso de posesión – Señorita Julia – Revista Espírita, Diciembre 1863. Kardec había dicho en El Libro de los Médiums que no había posesión, pero él investiga y observa casos y llega a La Revista Espírita y dice: - Dijimos que no había posesos en el sentido vulgar del vocablo, sino subyugados. Cambiamos de opinión sobre esta afirmación absoluta porque ahora se nos ha demostrado que puede haber verdadera posesión.

Se puso de manifiesto aquí el Hombre de ciencia, la seriedad de los estudios, el comprometimiento y el compromiso solo con la verdad. Kardec tuvo la hombría de regresar y decir que se equivocó y ahora presenta lo correcto. Que sirva de ejemplo para todos.

También destaco: - El Auto de Fe de Barcelona – Revista Espírita, Noviembre 1861.

Del contenido de los volúmenes, ¿qué aspecto le gustaría comentar con el lector?

Muchos por falta de conocimiento piensan que Kardec fue un simple codificador o secretario donde él hacía las preguntas y los Espíritus Superiores respondían. Primero, pregunta y respuesta fue una opción pedagógica que Kardec utilizó para difundir el conocimiento Espírita. Un ejemplo claro en la Revista de 1859 – Doctrina de los Ángeles de la Guarda – una comunicación espontánea relatada en la Revista en que Kardec la coloca como respuesta de la pregunta 495 de El Libro de los Espíritus. Cosme Massi relata muy bien este caso cuando discurre sobre los Ángeles Guardianes.

¿De qué manera los grupos de estudios, conferencistas, instituciones, articulistas, autores y conferencistas pueden ser usados para motivar más a la divulgación y estudio de ese contenido?

Primero presentándola, colocándola como opción de estudio (muy raro en las casas espíritas), pues solamente así las personas tendrán el conocimiento de la belleza de los textos, la riqueza del destalle y de la construcción de los mismos.

¿Algo más que le gustaría añadir? Sus palabras finales.

Que los amigos lectores puedan abordar los textos de las Revistas Espíritas, pues pienso que aquellos que nunca estudiaron la Revista Espírita tendrán siempre el conocimiento limitado de la Doctrina Espírita. No hay Espiritismo sin Kardec. Quiero agradecer la oportunidad, siempre es muy bueno poder hablar de Kardec y del Espiritismo.