Estudio de las Obras de Allan Kardec

por Astolfo O. de Oliveira Filho

 
La Revista Espírita de 1861

Parte 10

 

Continuamos en esta edición el estudio de la Revue Spirite de 1861, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio se basa en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.


Preguntas para el debate


A. ¿Qué nos es indispensable saber a nosotros, los espíritas?

B. Nuestras existencias, ¿son independientes unas de otras?

C. ¿Cómo serán reconocidos los apóstoles de la tercera revelación?


Texto para la lectura


168. Después de toda la polémica, Erasto observó que Buffon, Gérard de Nerval, Visconde Delaunay, Bernardin de Saint-Pierre conservaban, como Lamennais, los gustos y la forma literaria que usaban cuando estaban encarnados. (P. 285)

169. Ese hecho, dice Erasto, demuestra que nadie abandona instantáneamente sus inclinaciones, costumbres y pasiones, al despojarse de la vestimenta humana. “En la Tierra, los Espíritus son como prisioneros que la muerte debe liberar.” (P. 285)

170. Frente a esto, advierte Erasto, es necesario que todos examinemos qué provecho hemos sacado de nuestros estudios espíritas y qué mejoría moral ha resultado de ello, porque no basta decir: “Soy espírita”. “Lo que os es indispensable saber – afirma Erasto – es si vuestros actos están de acuerdo con los preceptos de vuestra nueva fe, que es (…) Amor y Caridad.” (P. 286)

171. La Revue examina el caso del Sr. Antonio B... que, dado como muerto, terminó siendo enterrado vivo. (P. 286)

172. Evocado, Antonio dijo que en una existencia anterior había emparedado a su propia mujer, viva, en una cripta, y entonces había sufrido la pena del Talión ¡que tenía de aplicarse a sí mismo! – ojo por ojo, diente por diente. (P. 287)

173. Lamennais y Erasto, comentando el caso, confirman que la expiación de Antonio B... fue solicitada por él mismo. Con esto, él podrá elevarse a un mundo mejor donde encontrará a su víctima, que ya lo había perdonado. (P. 288)

174. Aprovechando la ocasión, Erasto dijo que todas las existencias están relacionadas; ninguna es independiente de las otras. Las preocupaciones, los odios, los grandes sufrimientos son siempre consecuencias de una vida anterior. (P. 288)

175. Jobard dice, en carta a Kardec, que en Metz, en vez de pobres trabajadores como en Lyon, encontró condes, barones, coroneles, ingenieros, militares, antiguos alumnos del Politécnico y sabios interesados en el Espiritismo. (P. 292)

176. Kardec dice que Jobard no quiso, con esas observaciones, menospreciar a los trabajadores de Lyon: su objetivo fue únicamente constatar que el Espiritismo cuenta con adeptos en todas las clases sociales. (P. 294)

177. Una carta enviada por el Sr. A. Sabò, de Burdeos, informa que los espíritas de esa ciudad deseaban crear una sociedad dependiente de la de París: además de la Sociedad principal, en diversos puntos de la ciudad habría grupos de 10 a 12 personas donde, de vez en cuando, comparecerían miembros de la Sociedad para dar los consejos necesarios. (P. 295)

178. La Revue transcribe el mensaje obtenido en Mulhouse, de un ex-israelita, que afirma que el Espiritismo es la ley de Moisés aplicada a la época actual. La religión israelita, dice el Espíritu, fue la primera que formuló a los ojos de los hombres la idea de un Dios espiritual. (PP. 296 a 300)

179. Afirmando que el Cristianismo fue el resultado de la segunda revelación, el mismo Espíritu afirma: “El Espiritismo es el advenimiento de una era que verá realizarse esta revolución en las ideas de los pueblos”. “Sí: el Espiritismo es la tercera revelación. Revela una generación de hombres más adelantados, de más nobles aspiraciones, generosas y humanitarias, que deben contribuir a la fraternidad universal.” (PP. 303 y 304)

180. Refiriéndose a los nuevos apóstoles, el Espíritu dice cómo reconocerlos: “Los reconoceréis por sus obras, y no por las cualidades que se atribuyan. Los que reciben misiones de lo Alto las cumplen, pero no se glorifican; porque Dios escoge a los humildes para divulgar su palabra y no a los ambiciosos y orgullosos”. (P. 304)

181. Aprovechando el receso de la Sociedad Espírita de París, Kardec visitó a los espíritas de Lyon, Sens y Mâcon. En Lyon, dice Kardec, “ya no se cuenta a los espíritas por cientos sino por miles”. (P. 305)

182. El año anterior había en Lyon un único centro, el de Brotteaux, dirigido por el Sr. Dijou y su mujer; ahora hay varios centros, en diferentes puntos de la ciudad, sin contar un gran número de grupos particulares. (P. 306)

183. Kardec dice que en el banquete que ofrecieron en su honor el 19/9/1861 participaron 160 personas, representando a los diversos grupos espíritas (el año anterior hubo apenas 30 invitados). (P. 309)

184. Varios discursos fueron pronunciados. La Revue transcribió los del Sr. Dijou, del Sr. Courtet, del prof. Bouillant, además del discurso hecho por Kardec y de la epístola dirigida por Erasto a los espíritas lioneses. (PP. 309 a 324)

185. Kardec, abriendo su discurso, destacó el placer que sentía de estar allí con todos ellos, y no de estar alrededor de una mesa, puesto que un festín de espíritas sería una contradicción. (PP. 312 y 313)

186. Felicitando a los lioneses por los progresos que el Espiritismo había hecho en la ciudad, Kardec afirmó que ese progreso sucedía en todas partes y en todos los países, en una proporción que sobrepasó todas las expectativas. (P. 314)  (Continúa en el próximo número.)


Respuestas a las preguntas


A. ¿Qué nos es indispensable saber a nosotros, los espíritas?

Después de decir que nadie abandona instantáneamente sus inclinaciones, costumbres y pasiones, al despojarse de la vestimenta humana, Erasto recomienda que examinemos qué provecho hemos sacado de nuestros estudios espíritas y qué mejoría moral ha resultado de ello, porque no basta decir: “Soy espírita”. “Lo que os es indispensable saber – dice Erasto – es si vuestros actos están de acuerdo con los preceptos de vuestra nueva fe, que es (…) Amor y Caridad.” (Revue Spirite de 1861, pp. 285 y 286.)

B. Nuestras existencias, ¿son independientes unas de otras?

No. Según Erasto, todas las existencias están relacionadas; ninguna es independiente de las otras. Las preocupaciones, los odios, los grandes sufrimientos son siempre consecuencias de una vida anterior. Se refería, entonces, al caso de un hombre que en una existencia anterior había emparedado a su propia mujer, viva, en una cripta, y entonces había sufrido la pena del Talión que tenía de aplicarse a sí mismo. Comentando el caso, Erasto y Lamennais dijeron que esa expiación había sido solicitada por el propio Espíritu. Con esto, él podría elevarse a un mundo mejor donde encontraría a su víctima, que ya lo había perdonado. (Obra citada, pp. 287 y 288.)

C. ¿Cómo serán reconocidos los apóstoles de la tercera revelación?

Así es como un instructor espiritual se refirió a este asunto: “Los reconoceréis por sus obras, y no por las cualidades que se atribuyan. Los que reciben misiones de lo Alto las cumplen, pero no se glorifican; porque Dios escoge a los humildes para divulgar su palabra y no a los ambiciosos y orgullosos”. (Obra citada, pp. 303 y 304.)

  

 
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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