Especial

por Eleni Frangatos

Tratamento espiritual y tratamento médico tradicional

El día 16 de septiembre de 2017 recibimos la noticia de la muerte del querido periodista y presentador Marcelo Rezende. Ya se esperaba ese final (cáncer de páncreas metastático, muy agresivo y ya sin condiciones de cura, a no ser el de prolongar la vida por algún poco tiempo de más). Sin embargo, siendo Marcelo tan conocido, respetado y amado, no dejó de ser un choque y una tristeza profunda ver a un hombre jovial, amando la vida intensamente y con sólo 66 años languidecer cada día.

Le fue sugerido el tratamento a través de la quimioterapia, lo que él rehusó después de hacer la primera sesión y sentir sus efectos.

Marcelo era un hombre experto, inteligente y muy bien informado. Él sabía que su fin estaba próximo y que no habría posibilidad de cura, a no ser por lo que se llama “milagro”. La quimioterapia sólo prolongaría un poco más su vida. Pero, como la esperanza es la última que muere y Marcelo amaba la vida, optó por el tratamiento espiritual y por una alimentación diferenciada – la dieta cetogénica – defendida por el Dr. Lair Ribeiro. (1)

Con la muerte de Marcelo se generó una polémica en torno a este asunto. De un lado, oncologos considerados afirmando que la retirada de determinados alimentos aceleró su muerte. Del otro lado, el Dr. Lair con sus cursos efectuados en el exterior y su experiencia como nutricionista.

(Hago un paréntesis, para esclarecer que los oncologos tienen años y años de estudio, están al corriente de las técnicas más actuales en el tratamiento de cáncer, se especializan en congresos oncológicos nacionales e internacionales, en los cuales se actualizan y discuten los recursos más modernos relativos a todos los tipos de cáncer, cada cual a lo su especialidad. Además de eso, tienen a su disposición nutricionistas, especialistas en alimentación orientada para quien tiene cáncer, con cursos internacionales, extremadamente actualizados con todo lo que es publicado y estudiado en todo el mundo. Y estos médicos, además de dar consultas, van para casa y pasan la madrugada estudiando y especializándose, después de largos y cansados días de consultas. Tampoco procede que los médicos oncologos diagnostiquen y receten medicamentos caros en consonancia con los intereses de los grandes laboratorios. Hay oncologos y nutricionistas y médicos en general, honestos y éticos, así como hay oncologos, nutricionistas y médicos en general que no lo son – como em todas las áreas. Tomar la parte por el todo es un crasso error y sólo puede venir de un juicio preconceptual.)

Bien, terminado el largo paréntesis, vamos a prosseguir.

Marcelo ejerció, así, su libre-albedrío, inherente a todo ser humano, y tomó la decisión de hacer la dieta cetogénica, optando también por un tratamiento espiritual. Eso ya en la fase terminal de su enfermedad. O sea, de una forma o de otra, la verdad es que Marcelo Rezende tenía prácticamente un porcentual cero de recuperación, de cura, hiciera él lo que hiciera. Fue el tiempo dado de más, para que él – dentro del concepto espírita – se preparara para el pasaje. Y creo que fue lo que él hizo.

Vamos a hablar ahora del tratamiento espiritual – El tratamiento espiritual es hecho por medio de médiums espíritas, debidamente preparados para eso con años y años de estudio, y que reciben los pacientes en Centros o Casas Espíritas, responsables y confiables por su trabajo de asistencia y de alivio a los sufridores. La doctrina espírita defiende que las enfermedades son motivadas por una parte espiritual malcuidada a lo largo de los años y con efectos acumulativos en el cuerpo.

El médium de cura trabaja apoyado por un equipo de sustentación que se mantiene en plegaria mientras el trabajo se procesa con la intervención del equipo médico espiritual, que se encuentra presente en aquella determinada Casa.

Aumenta cada día el número de médicos espíritas y esto hizo que algunos hospitales ya acepten y autoricen la entrada de médiums, debidamente acreditados, para trabajar de manos juntas con la medicina tradicional.

Recuerdo aquí que ya existe, hace más de veinte años, con sede en São Paulo, la Asociación Médico-Espírita de Brasil, con representación en varios estados. Fue fundada por la Dra. Marlene Nobre, renombrada médica, ponente, escritora.

Recomendo la lectura del artículo de su autoria Medicine and Spirituality – discutido en Londres, en el British Congress on Medicine Spirituality.

Conozco bien en la piel la dicotomia por que pasan los pacientes de alguna enfermedad grave, en la hora de la elección de cuál tipo de tratamiento a hacer, la presión de familiares y amigos, conforme sus propios conceptos y creencias. No es fácil.

Tuve cáncer, hice quimioterapia, estoy curada hace cinco años. Fui atendida por dos médicos que pido permiso para mencionar por su excelente trabajo: Dr. Alexander Morrell, cirujano, especializado en el área gástrica, y el Dr. Rene Gansl, oncólogo, ambos del Einstein, siendo el último también del Centro Paulista de Oncologia (CPO) en São Paulo. Agradezco a los dos mi cura y su dedicación y apoyo.

Siempre pensamos que lo que escogemos es lo más correcto e inteligente. No siempre se aplica esta teoría, pero creo que hice lo mejor para mí: la quimioterapia y el apoyo espiritual.

Trabajo como médium de cura, aunque prudente y avisadamente siempre expliqué que la palabra “cura” puede inducir a quien nos busca la idea de que el tratamiento espiritual siempre cura. No es así y, por eso, hay todo el cuidado en explicar a las personas que buscan los Centros Espíritas las condiciones necesarias para que una cura pueda ocurrir y eso envuelve un cambio grande de hábitos y comportamiento, la llamada reforma íntima, la cual sólo el paciente puede hacer. Puede hasta haber una cura momentánea, pero si el enfermo persistir, se obstina en los mismos errores, la enfermedad, o la misma u otra, volverán y aún más fuertes, porque ahora, como el paciente ya está debidamente informado, se alía también el sentimiento de culpa, de deber no cumplido consigo y para sí mismo.

A veces, soy llamada para ir a una UTI para trabajar con la fluidoterapia, suministrando el llamado pase espiritual/magnético. La imposición de manos existe desde que el hombre es hombre. (Vea el artículo “Imposición de manos, fluidoterapia y consideraciones generales”, publicado en la Revista El CONSOLADOR, en el. 476, de mi autoria.)

Algunos médicos – en su derecho de no creer – afirman que es un efecto placebo. Pero hay investigaciones efectuadas en que el paciente recibe la donación de energía en el pase espiritual y ni siquiera tiene conocimiento de que eso está ocurriendo, incluso la distancia, y presenta mejoras acentuadas y comprovadas por médicos tradicionales.

Ya hay incontables estudios publicados que comprueban que la plegaria y la magnetización ejercen una armonización en el ambiente que actúa benéficamente sobre el enfermo – ella es efectiva y real.

Me gustaría ahora de enfatizar algo muy importante y que es desconocido por la mayoría de los médicos que no creen en la influencia benéfica de la imposición de manos. Nuestro estudio tarda cerca de siete años, pero nuestro perfeccionamiento por medio de lecturas, congresos, charlas, así como los médicos tradicionales, se estiende por el resto de nuestras vidas em um aprendizaje y práctica constantes.

Puntos fundamentales por los cuales el médium de cura necesita pautarse – Son cuatro:

1. El médium de cura no puede jamás, cualesquiera que sean las circunstancias, inducir al paciente a parar con el tratamiento médico tradicional o a recetar o retirar cualquier medicamento que el médico responsable prescribió. Este procedimiento, inclusive, está previsto en el Código Penal.

2. El médium de cura necesita dejar claro que él sólo es un intermediario utilizado por la Espiritualidad y que la cura depende del reconocimiento del paciente por la situación que lo llevó a ese momento de la enfermedad, sin culpas. El paciente es orientado a hacer su reforma íntima, a cambiar sus hábitos perniciosos y a buscar dejar odios, rencores, maledicencia, venganzas etc. de lado y a vivir una vida más armoniosa y en paz, lo que no sólo le causará una forma de vida más edificante, practicando el bien en sí mismo y en los otros, como permitirá a su cuerpo regenerarse a través de una armonización de sentimientos, del amor a sí mismo y al prójimo – lo que fue enseñado por Jesús.

3. El tercer punto: el médium mantiene sigilo total y absoluto de todo lo que se refiere a su paciente espiritual.

4. El otro punto muy importante: el médium de cura – y todos los otros médiums en sus respectivas especialidades – trabaja con ética y GRATUITAMENTE. Jamás podrá recibir cualquier pago por su trabajo, ni siquiera en forma de cualquier otro beneficio.

Termino enfatizando que quien está con una enfermedad grave necesita buscar al médico especialista, sí, y seguir su orientación. En consonancia con su creencia y fe, puede y debe, sí, buscar el soporte espiritual para un momento tan difícil como ese. Uno complementará el otro, a buen seguro.

Y, por favor, no cultive el hábito de ir detrás de medicamentos, plantas, infusiones, remedio casero, divulgados por las redes sociales diciendo que son eminentes o descubrimientos por médicos oncologistas del Sirio-Libanés o del Hospital Einstein. Si el lector conoce a alguien que está haciendo eso, esclarézcalo cariñosamente, pida que la persona llame al hospital y llame al médico en cuestión, que nunca existe. Quién hace eso puede estar perjudicando en mucho el tratamiento, la quimioterapia, y, pararse con el tratamiento tradicional médico, está poniendo en riesgo la propia vida.

El considerado profesor-doctor Nubor Orlando Facure, del Instituto del Cerebro, dice: “Toda enfermedad, de cualquier naturaleza, tiene siempre una motivación espiritual”.

Y Allan Kardec, intelectual francés, profesor, profundo estudioso e íntegro en su proceso de análisis y crítica de los fenómenos espíritas, el Codificador de la Doctrina Espírita, esclarece en la Revista Espírita de 1866: “Siendo el cuerpo material y el espiritual oriundos de la misma fuente, el llamado fluido cósmico universal, intervenciones en la esfera del periespíritu resultará en daños o beneficios a la salud del cuerpo material”.

 

(1) Dieta cetogénica: tipo de alimentación con gran cantidad de grasa que lleva a la aparición de cuerpos cetónicos en la orina. Ha sido utilizada en el tratamiento de nefropatias crónicas y en la epilepsia.
 

Traducción:

Isabel Porras - isabelporras1@gmail.com

 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita