Estudio de las Obras de Allan Kardec
por Astolfo O. de Oliveira Filho

Año 11 – Nº 531 – 27 de Agosto de 2017

 
La Revista Espírita de 1860

Parte 11 y final


Concluimos en esta edición el estudio de la Revue Spirite de 1860, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio fue basado en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.


Preguntas para el debate


A. ¿Es correcto decir, como el Sr. Louis Figuier, que las manifestaciones espíritas son modernas? 

B. ¿Cuál es la receta para librarnos de un Espíritu que nos tormenta?

C. ¿Qué le puede ocurrir en la vida espiritual a una persona que nunca ayudó a nadie?

D. ¿Qué se necesita para adquirir las virtudes?


Texto para la lectura


228. La teogonía pagana y la mitología no pasan también de ser, según Kardec, un cuadro de la vida espírita poetizada por la alegoría. (P. 384)

229. El Codificador dice que el arte cristiano se resiente de la austeridad de su origen y se inspira en el sufrimiento de los primeros adeptos, cuyas persecuciones empujaron a los hombres al aislamiento y a la reclusión. (P. 385)

230. El Espiritismo, a su vez, abre para el arte un campo nuevo, inmenso y aún no explorado. Cuando el artista espírita trabaje con convicción, como trabajaron los artistas cristianos, recogerá en esa fuente las más sublimes inspiraciones. (P. 386)

231. Kardec concluye su análisis del libro “Historia de lo Maravilloso”, del Sr. Louis Figuier, y afirma que es falso decir, como hace Figuier, que las manifestaciones espíritas son totalmente modernas. (P. 387)

232. A continuación, el Codificador destaca el increíble progreso de las ideas espíritas, a las cuales ninguna imprenta prestó apoyo, e informa que la 2ª edición de El Libro de los Espíritus se agotó en cuatro meses. (PP. 387 y 388)

233. Para el Sr. Figuier, la filosofía expuesta en El Libro de los Espíritus es obsoleta y la moral, adormecedora. Sin duda, dice Kardec, él habría preferido una moral burlona y festiva: “¿Pero qué hacer? Es una moral para el uso del alma; además, ella tendría siempre una ventaja: la de hacer dormir. Es, para él, una receta en caso de insomnio”. (P. 395)

234. El Espíritu que se identificó como Baltazar (vea el ítem 210) es en realidad el Sr. G... de la R..., individuo conocido por sus excentricidades, su fortuna y sus gustos gastronómicos, que confesó que su apego a la vida material “materializó” su Espíritu a tal punto que le sería necesario mucho tiempo para romper todos los lazos terrenos de las pasiones que lo sujetaban a la Tierra. (PP. 395 y 396)

235. Kardec analiza el caso de un suscriptor de la Revue que era atormentado por un Espíritu, en un proceso de obsesión simple. A pedido de él, el Codificador le explicó que no se libraría del Espíritu ni por la cólera ni por las amenazas, sino por la paciencia, y que era incluso necesario dominarlo por el ascendente moral y tratar de volverlo mejor mediante buenos consejos. (P. 397)

236. Consultado, el obsesor confesó que actúa así por envidia. Kardec comenta el caso diciendo que la envidia enceguece y a veces empuja al hombre a actos contrarios a sus intereses, tanto en el espacio como en la Tierra. (P. 399)

237. La Revue trae un mensaje de un Espíritu culpable que afirma que nuestros dolores terrenales nunca nos permitirán comprender las angustias de un alma que sufre sin treguas, sin esperanza, sin arrepentimiento. (P. 401)

238. El Espíritu de Clara, que nunca había ayudado a nadie en la Tierra, dice que su desgracia crecía día a día, y maldecía las horas culpables, las horas de egoísmo y de indiferencia en las que, desconociendo toda caridad, toda devoción, ¡solo pensaba en su bienestar! (P. 402)

239. “¿Crees, entonces, que oraciones aisladas y pronunciar mi nombre bastarán para calmar mi sufrimiento? No, cien veces no. He bramado de dolor; deambulo sin descanso, sin amparo, sin esperanza, sintiendo el eterno aguijón del castigo penetrar en mi alma rebelde”, es el desahogo hecho por Clara. (P. 403)

240. El guía espiritual de la médium comentó la comunicación de Clara diciendo que ella no mató, no robó, ni cometió ningún crimen ante los ojos de los hombres. Solo se divertía con aquello que llamamos felicidad terrena: belleza, fortuna, placeres, adulación, donde todo le sonreía y nada le faltaba. Pero ella fue egoísta, solo se amó a sí misma y ahora nadie la ama. (P. 403)

241. Alfred de Musset (Espíritu) dice que los padres de la Iglesia, que fundaron esa religión sublime en su origen, eran más espíritas que nosotros y predicaban la misma doctrina enseñada por el Espiritismo: caridad, bondad, olvido, perdón y abnegación. (P. 404)

242. El Espíritu de Delphine de Girardin diserta sobre la reencarnación y su lógica, y afirma que basta mirar hacia adentro de nosotros mismos para que encontremos las pruebas de la reencarnación. (P. 407)

243. “Para adquirir la virtud, es necesario trabajar”, dice Delphine. La fortuna moral no se traspasa como la fortuna material: “Para que os purifiquéis, es necesario pasar por varios cuerpos que se llevan con ellos, en cada desprendimiento, una parte de vuestras impurezas”. (P. 408)

244. Hablando sobre el Día de los Muertos, Charles Nodier (Espíritu) esclarece que en esa fecha los Espíritus van a los cementerios porque los pensamientos y las oraciones de los seres amados se hacen presentes allí. (P. 408)

245. Nodier afirma: “Conforme la manera en que hubierais vivido aquí abajo, seréis recibidos ante Dios. ¿Qué es la vidadespués de todo? Una brevísima migración del Espíritu en la Tierra; tiempo, sin embargo, en el que se puede acumular un tesoro de gracias o prepararse para crueles tormentos. (P. 408)

246. Lamennais (Espíritu) compara el mundo actual con Lázaro y exclama: “¡Oh mundo! Pareces Lázaro: nada te puede devolver la vida; tu materialismo, tus torpezas, tu escepticismo son otras vendas que envuelven tu cadáver, y hueles mal, pues hace mucho que estás muerto. ¿Quién te gritará como a Lázaro: En nombre de Dios, levántate? Es el Cristo que obedece al llamado del Espíritu Santo. Siglo, ¡la voz de Dios se hizo oír! ¿Estarás más podrido que Lázaro?” (PP. 409 y 410)


Respuestas a las preguntas


A. ¿Es correcto decir, como el Sr. Louis Figuier, que las manifestaciones espíritas son modernas? 

No. En el análisis que hizo del libro “Historia de lo Maravilloso”, del Sr. Figuier, Kardec afirmó que es falso decir que las manifestaciones espíritas son totalmente modernas, porque en todas las épocas hay innumerables registros de manifestaciones de los llamados muertos. (Revue Spirite, p. 387.)

B. ¿Cuál es la receta para librarnos de un Espíritu que nos tormenta?

Según el Codificador del Espiritismo, nadie se libra de un Espíritu por medio de la cólera o de amenazas, sino por la paciencia, y además es necesario dominarlo por el ascendente moral y tratar de volverlo mejor mediante buenos consejos. (Obra citada, p. 397.)

C. ¿Qué le puede ocurrir en la vida espiritual a una persona que nunca ayudó a nadie?

Cada caso tiene, obviamente, sus particularidades. En el caso de Clara, que nunca ayudó a nadie en la Tierra, la revista registra la información de que su sufrimiento crecía día a día, y por eso ella maldecía las horas de egoísmo y de indiferencia en las que, desconociendo toda caridad, toda devoción, ¡solo pensaba en su bienestar! (Obra citada, pp. 402 y 403.)

D. ¿Qué se necesita para adquirir las virtudes?

Para eso, dice Delphine de Girardin (Espírito), es necesario trabajar, pues la fortuna moral no se traspasa como la fortuna material. “Para que os purifiquéis, es necesario pasar por varios cuerpos que se llevan con ellos, en cada desprendimiento, una parte de vuestras impurezas”, afirmó el Espíritu. (Obra citada, pp. 407 y 408.)

 
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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