Entrevista
por Orson Peter Carrara

Año 11 – Nº 530 – 20 de Agosto de 2017

Disturbios psiquiátricos en la visión de un psiquiatra espírita

Natural de Sorocaba (SP), ciudad donde también reside, Jose Luiz Condotta  (foto) es médico psiquiatra, vinculado como trabajador espírita a la Unión Espírita Sorocabana. Conferencista y articulista, es autor de dos libros, sobre los cuales, entre otros temas, nos habla en la siguiente entrevista.

¿Cómo y cuándo se volvió espírita?

Mi padre era espírita. A los 10 años ya lo acompañaba al Centro Espírita. Él fue mi primer “profesor” de Espiritismo. Desde entonces nunca más me he distanciado de la Doctrina. Muchos pensaban que esto ocurriría, después de todo la medicina tiene paradigmas mecanicistas y reduccionistas, pero esto no ocurrió, al contrario, pude traer las enseñanzas de la Doctrina hacia la medicina. Me volví un médico-espírita. En mi segundo libro relato un poco esa historia.

¿De dónde le vino el interés por la psiquiatría?

Durante la carrera médica, en el tercer año, tuve la disciplina de Psiquiatría Clínica y comencé asistir a un Hospital Psiquiátrico. Decidí que eso era lo que yo quería. Allí encontré enfermos mentales que, en mi punto de vista ya en aquella época (1970), necesitaban no sólo un tratamiento médico, sino también un tratamiento espiritual. Tomé en cuenta que en aquella época el Espiritismo no era bien visto, mucho menos en el medio médico, entonces yo no podía exteriorizar mis opiniones espíritas asociadas a la medicina. No fue fácil enfrentar ese prejuicio aun cuando ya estaba ejerciendo. Hasta hoy existen miradas extrañas cuando argumento con esta conexión.

Conjugando el conocimiento espírita con la actividad profesional y la formación académica, ¿cómo evalúa la conexión entre ambas?

Aprendí mucho con el mentor André Luiz por la cristalina mediumnidad de Chico Xavier. Una de esas enseñanzas es que las causas de casi la totalidad de las enfermedades están en el espíritu y sus efectos son exteriorizados por el cuerpo en forma de síntomas. El cuerpo humano, siendo una energía densa (luz coagulada), obedece a una energía más útil que se encuentra en el alma. Es el espíritu el que comanda y organiza el cuerpo físico. La ansiedad, por ejemplo, manifestada a través de síntomas incómodos en el vaso físico, tiene su origen en el alma. El estímulo para tener ansiedad casi siempre viene del medio en el que el ser humano vive, pero su percepción y su comprensión están en el alma y, cuando no sabemos percibirlo y entenderlo, los síntomas aparecen. En este ejemplo queda clara la conexión del alma con el cuerpo. Esto vale para casi todos los trastornos emocionales.

¿Cuáles son las principales causas físicas de los disturbios psiquiátricos?

Como dijimos, los disturbios psiquiátricos tienen las más evidentes conexiones con el espíritu encarnado. En todo lo que ocurre con el ser humano se debe considerar siempre ese ejemplo energético (cuerpo/espíritu). La desarmonía de ese complejo es lo que va a determinar el estado de la enfermedad.

Para la ciencia, el cerebro con su química es el responsable de estos disturbios. Se toma el efecto por la causa. Aún no existe ningún examen complementario, ya sea de laboratorio o de imágenes, que determine la causa de la ansiedad, depresión u otro trastorno. Aunque exista una alteración de la química cerebral, en la que creemos, debemos preguntar qué determinó esa alteración. No existe una explicación satisfactoria para eso.

Un cerebro con una lesión que provoca alteraciones en la psiquis es tenido como la causa de algunas enfermedades mentales. Nosotros entendemos que el cerebro es el órgano que el espíritu utiliza para sus exteriorizaciones en este mundo, a través del psiquismo; siendo así, cuando el cerebro está lesionado, el espíritu no tiene cómo exteriorizarse adecuadamente, la psiquis se vuelve deficitaria en sus funciones.

¿Y los temas emocionales, cómo influyen?

Los afectos (emociones y sentimientos) son patrimonio del espíritu. Cuando un estímulo lo afecta, elabora una respuesta para ese estímulo que se evidencia por la acción del cuerpo físico. En esta elaboración, entra todo el archivo de las vivencias de ese espíritu, actuales y pasadas, la personalidad que ahora lo reviste, los conocimientos que está adquiriendo y, principalmente, el grado de madurez espiritual conseguida hasta entonces y el sentido que le está dando a la vida.

En términos espirituales, ¿qué diría?

Además de lo que ya dijimos, añadimos que los trastornos mentales y emocionales, teniendo causas profundas en el espíritu, muchas de ellas son resultantes de las vivencias pasadas. En el momento actual, los recuerdos pueden emerger como flashes de existencias anteriores, de la resonancia de acontecimientos actuales con los pasados. Cuando los flashes y la resonancia son negativos, provocan estados aflictivos. También citamos como causas espirituales de los trastornos a la obsesión, al vampirismo, pero principalmente a la auto-obsesión.

¿Qué cosa es exactamente un disturbio psiquiátrico (emocional), considerando los factores presentados en las preguntas anteriores?

Los disturbios emocionales son manifestaciones físicas y emocionales elaboradas por el espíritu y que son exteriorizadas por el cuerpo en forma de síntomas. No tengo ninguna duda de que son trastornos del alma y que todo en esta vida está regido por las enseñanzas de Jesús. Yo recomiendo a los hombres que no se distancien de las leyes de Dios, para que no tengan en el futuro serias sorpresas en sus emociones.

¿Cómo surgió su libro Hombre de Dios? ¿Cuál es el principal perfil de la obra?

Asociando a la Doctrina con la Medicina, mi área de trabajo, escribí muchos artículos para la Revista Internacional de Espiritismo (RIE) y ofrecí centenas de conferencias siempre tratando de repasar las informaciones para que las personas pudieran entrever y experimentar la vida con el fin tener de un mejor estado de salud. Compilando los artículos, surgió el libro. Todos los tópicos abordados tienen el objetivo de alertar al hombre en cuanto a sus posibilidades y potencialidades benéficas en su relación con el mundo del cual forma parte y donde debe encontrar su equilibrio global (físico, psíquico, emocional, social y espiritual). Su contenido abarca al hombre como un todo, con temas desde la reencarnación, su evolución, su personalidad e individualidad, su relación con la naturaleza, su religiosidad, su modo de vivir en sociedad, su salud y su vejez.

Y sobre el otro libro, el más reciente, cuyo título es Ansiedad, Pánico Y Depresión, ¿qué nos puede decir?

En mi profesión lo que más atiendo son estos trastornos, con énfasis en la depresión. Hace más de 25 años hago lo que llamo Terapia Renovadora, basada en el Evangelio del mayor Psicólogo y Psiquiatra que haya existido - Jesús. Procuro esclarecer la constitución energética del hombre global y otros temas para que haya una buena comprensión de los trastornos en la visión médica y en la visión espiritual y de la conexión del alma con el cuerpo en la aparición de los síntomas de esos estados aflictivos. Procuramos alertar sobre la mejor manera de enfrentarlos con responsabilidad, para suavizarlos e incluso curarlos.

Cada uno de los temas que componen el título del libro abre un espacio para una larga entrevista exclusiva. Pero en términos generales, ¿cuál es la mayor ayuda para combatir esos males?

Cada espíritu es un espíritu. Cada hombre, cada espíritu escoge para sí lo que más le conviene, pero debe ser responsable de aquello que escogió. Esta concientización es primordial en el combate de esos males. A continuación, sugiero criterios para el enfrentamiento del trastorno: tratar las imperfecciones, cultivar la resignación y la fe razonada, tener mucho amor, perfeccionar la madurez espiritual y estar siempre bien ante las leyes divinas.

De sus experiencias profesionales y espíritas, ¿cuál de ellas lo ha marcado?

Como psiquiatra espírita he tenido experiencias positivas cuando muchos pacientes me agradecieron por sus mejorías. Yo enfatizo que no hago nada, solo oriento, la mejoría o la cura se dan por el esfuerzo del paciente. Soy un médico que no cree en la curación y sí en la autocuración.

Mis experiencias espíritas también son muchas. Lo que traigo en la memoria en ese momento fue cuando, en una Casa Espírita, termine la conferencia “La felicidad no es de este mundo”, una señora me buscó y me dijo: - Yo era propensa a cometer suicidio y usted me acaba de quitar el suicidio de mi mente. Esto me gratifica hasta hoy, me incentivó tanto, que trato de dictar cada conferencia con mucho amor y de un modo muy sencillo e inteligible para que todos entiendan.

¿Algo más que le gustaría añadir para los lectores?

Mis dos libros editados por Clarim: “Hombre y Deus – Construyendo la Felicidad” y “Ansiedad, pánico y depresión” contribuyen para que los lectores se orienten, a fin de que en una eventualidad sepan enfrentar de un modo maduro los sinsabores que les puedan suceder, como saber conversar y orientar a alguien afligido que necesita una palabra de consuelo. No debemos olvidar que todos nosotros, sin excepción, recibimos estímulos del mundo perturbado, en transición, y podemos contraer un desequilibrio energético del alma y exteriorizarlo en el cuerpo como un trastorno emocional.

Sus palabras finales.

Aunque las personas tengan acceso a las informaciones en los medios sobre los trastornos citados, que no dejen de estudiar sobre sus causas profundas. En este momento, el hombre ya no debe ser dividido en dos: cuerpo y alma. Esto ya no es posible delante de tantos estudios, investigaciones y por la propia evolución humana. Insisto en decir que el hombre es un espíritu vestido de un cuerpo denso y que el alma es la coordinadora tanto del estado de salud como del estado de enfermedad de ese cuerpo y de todo el proceso de curación. Como enseña Emmanuel/Chico Xavier: La salud es la perfecta armonía del alma.

Agradezco por la oportunidad de esta entrevista y les deseo a todos, una buena vida sin ansiedad, pánico y depresión. ¡Paz y Amor!
 

Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com

 

 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita