Entrevista
por Orson Peter Carrara

Año 11 – Nº 528 – 6 de Agosto de 2017

Instituto Bairral: excelencia en psiquiatría

Alberto Luís de Mello Rosatto (foto), presidente del Consejo Directivo de la  Fundação Espírita Américo Bairral, de Itapira (SP), es nuestro entrevistado. Alberto es natural de la capital paulista, pero reside en la ciudad en la que se ubica la institución. Espírita desde 1966, sus respuestas a la presente entrevista muestran una visión general – desde sus inicios hasta las importantes conquistas de los días actuales – de la conocida institución modelo para el país y probablemente para América Latina.

¿Cuándo fue fundado el Instituto Bairral?

La fundación del Hospital data del 31 de diciembre de 1937, cuando fue aprobado el primer estatuto. Pero todo indica que ya funcionaba antes de esa fecha, tal vez de manera informal. Consta que Doña Gracinda llegó a recibir pacientes en su propia residencia. Son considerados fundadores el señor Onofre Batista y su esposa, doña Gracinda Batista, habiendo sido ellos quienes donaron el inmueble que hizo posible la creación del hospital como una fundación. Después contaron con la colaboración de su yerno, Cesar Bianchi, quien abandonó su taller de ebanistería para dedicarse en cuerpo y alma a la nueva institución. Además, tuvo la importante participación de la señora Dalila Batista Bianchi, hija de Onofre y Gracinda y esposa de César Bianchi. Es de destacar que ninguno de ellos tenía una formación académica, pues Onofre era albañil y doña Gracinda, ama de casa. Dalila hizo un curso de enfermería en São Paulo, dedicándose a partir de entonces, no sólo a tratar a los pacientes, sino también a formar a los nuevos  enfermeros, razón por la cual fue escogida como patrona de Enfermería  de Bairral.

¿Cómo surgió la idea de su fundación?

Surgió de la necesidad de acoger a enfermos mentales que hasta entonces eran simplemente abandonados en cárceles públicas o confinados en los sótanos de Hospicios. Movidos por el sentimiento de caridad que recomienda la Doctrina Espírita, Americo Bairral y sus compañeros tuvieron la idea de fundar un hospital para tratar a esas personas.

¿Quién fue Americo Bairral?

Americo Bairral fue un funcionario público de la Recaudadora de Impuestos- Coletoria Federal de Itapira y un destacado líder espiritual. Fundó el Centro Espírita Luiz Gonzaga y una institución que hoy es la Casa de Reposo Allan Kardec, destinada a albergar ancianos. Sin embargo, desencadenó antes de realizar su sueño de fundar el hospital, o sanatorio, como entonces eran llamados los hospitales psiquiátricos. Sus compañeros llevaron adelante la idea y ahí está hoy Bairral,  un hospital grande y respetado. 

¿Cuantos metros cuadrados de área tiene y cuantos funcionarios? ¿La atención incluye al SUS, además de enfermos particulares?

En el área urbana, tenemos más de 400,000 m² de terreno, por donde están dispersas las diferentes unidades del hospital, desde el Predio Central, donde son acogidos los pacientes encaminados por el SUS, hasta las llamadas “alas externas”, destinadas a pacientes particulares y de convenios. En total son 824 camas, de las cuales 511 son ofrecidas al SUS; las otras 313 a particulares y convenios.

En los 80 años de existencia de la institución, ¿qué se puede destacar?

El gran progreso alcanzado en este tiempo. Partiendo de las dos pequeñas casas del inicio, se llegó a este complejo hospitalario sin igual en el país y, probablemente, en toda América Latina. Además de su crecimiento, digamos físico, con instalaciones dignas de hoteles de buena calidad, es de destacar su evolución técnica en los últimos años, con una inversión basada en el perfeccionamiento de nuestro cuerpo de profesionales, recordando que tenemos cerca de 150 empleados, de diversas áreas, con formación universitaria. Todo ese esfuerzo culminó con la implantación del programa de Residencia Médica, para la formación de médicos psiquiatras, hoy reconocida como una de las mejores del país. Otro punto a destacar es la reciente implementación de la atención en psiquiatría infantil, con un proyecto de diagnóstico y terapia innovadores y, probablemente, único en Brasil.

¿Cuáles son los mayores desafíos?

Continuar la atención de los pacientes SUS, que nos han exigido ingentes sacrificios, por tratarse de una actividad extremadamente deficitaria, en función de la remuneración, que yo podría calificar de ridícula, proporcionada por el Ministerio de Salud a los hospitales psiquiátricos. Nosotros en Bairral aún tenemos un ala de pacientes “no SUS” que nos permite recursos para enfrentar los perjuicios que trae la atención al SUS. Nos vamos a empeñar, como hicimos hasta ahora, para mantener esa atención, pero cada vez más preocupados, pues nuestra capacidad de soportar los perjuicios se encuentra en el límite.

De las conquistas en marcha, ¿cuál sobresale en este momento?

Creo que es la Psiquiatría infantil. Se trata de una iniciativa pionera, por lo menos en los niveles de calidad que estamos implementando, y es muy importante pues es patente que muchos trastornos mentales futuros podrían ser evitados si hubiera una intervención adecuada en las primeras manifestaciones de los síntomas.

De sus recuerdos con la institución, ¿cuál es la que sobresale?

Desde el punto de vista personal, creo que no hay dudas de que fue mi elección para la presidencia del Consejo Directivo en 1998, por la enorme responsabilidad que estaba asumiendo, pues en aquella época sólo tenía tres años de participación en el Consejo como segundo secretario, delante de varios compañeros con décadas de dedicación a la institución. Pero contando con la ayuda y la comprensión de todos, me permito decir que he cumplido con el encargo, pues he sido reelegido desde entonces.

¿Algo que le gustaría destacar en especial?

Me gustaría destacar que es extremadamente gratificante para toda la directiva la oportunidad del servicio que nos ha sido ofrecida, permitiéndonos ser parte de la historia de esta institución modelo que es el Instituto Bairral de Psiquiatría, hecho que representa motivo de un cierto “orgullo”, y al mismo tiempo, el desafío de legar a nuestros sucesores un hospital tan bueno o mejor del que recibimos de nuestros antecesores.

Sus palabras finales.

Al conmemorar los 80 años de la fundación del Instituto, sólo nos resta pedir el auxilio de la espiritualidad amiga para que podamos tomar siempre las decisiones más correctas, para que nuestra institución pueda cumplir sus objetivos de constituirse en un puesto de socorro para nuestros hermanos sometidos a esta dura prueba que es la enfermedad mental.
 

Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com

 

 

     
     

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