Especial
por Eurípedes Kühl

Año 11 – Nº 525 – 16 de Julio de 2017

La psicosfera terrestre y las esferas espirituales (Parte 2 e final)

Prosiguiendo, enumero, outra informaciones existentes en la literatura espírita sobre esferas espirituales:

1. Yvonne do Amaral Pereira

“Penetrando lo invisible”, 9ª Ed., 1994, FEB, RJ/RJ

- cap. 1, p. 9, 16, 30: La autora inicia recordando la cuestión nº 36 de “El Libro de los Espíritus”, en la cual los Espíritus esclarecidos declaran no tener el vacío en el Espacio universal. En “moradas fluídicas” se ostentan las pompas de las fiestas espirituales. Los Espíritus puros, deslumbrantes de luz, se agrupan en familias (...) Los Espíritus de los muertos gravitam fatalmente y automáticamente para la esfera espiritual que les conviene, por virtud de la ley de afinidades. (...) La vida de Más Allá de la Tumba es intensísima; Espíritus sabios habitan regiones en el Espacio (esferas) interdichas la entidades inferiores; en las regiones inferiores: miseria y degradación, y se localizan, a veces, en los propios perímetros terrenos, como en sus regiones atmosféricas.

2. Manoel Philomeno de Miranda

“En las fronteras de la locura”, Manoel P. Miranda/D. Franco, 9ª Ed. 1982, LEAL, Salvador/BA

- cap. 1, p. 19: describe la psicosfera pestilenta en el Carnaval, en Rio de Janeiro... Mentes de encarnados y desencarnados en simbiosis psíquica, en un espectáculo pandemónico produjeron psicosfera pestilenta, en la cual se nutrían bactérias psíquicas y formas-pensamiento.

- cap. 19, p. 135 a 137: Luego después que yo había vuelto a la vida espiritual, percibí tener, en torno a la Tierra, rangos vibratorios concéntricos, que la envolvían, desde las más condensadas, próximas del área física, hasta las más sutiles, distanciadas del movimiento humano en la Superficie. (...). Eran y son vitalizadas por las sucesivas ondas mentales de los habitantes del planeta. (...). Constituyen regiones densamente pobladas, las de condensaciones más fuertes, donde son fáciles de encontrar los Núcleos de dolor y aflicciones más primitivas, en que los invigilantes e irresponsables se demoran. (...). De esas multitudes que vagueaban, desenfreadas y en demorado aturdimento, constituyendo centenares de millones de seres en tráfico, viviendo el estado de erraticidad inferior, son arrebatados para lugares yermos, cavernas y pántanos del planeta. (...)La vida mental, en esas esferas de intranquilidad y en sus colonias de terror, locura imprevisible. (...) El denso y ancho rango de vibraciones más fuertes sobre la ciudad, en un espesor de algunos kilómetros por encima de la superfície... (subrayé)

3. Cairbar Schutel

“La vida en el otro mundo”, 1ª Ed., 1932, Ediciones Espíritas D’O Clarim”, E. de S. Paulo – Mattão (sic)

- cap. “Planos del mundo espiritual”, a las p. 112 a 114: En el Otro Mundo (sic), como en este, existen planos de existencia, son mundos superpuestos, unos arriba de otros constituyendo una especie de escalera de perfección. Probablemente esos planos es que fueron simbolizados, en la visión de Jacob, por una escalera con innumerables escalones que, apoyada en la tierra (sic), llegaba al cielo (sic). (...). Los antiguos tenían nociones de estos principios y creían en la existencia de muchos cielos superpuestos, formando esferas concéntricas y teniendo la tierra por dentro. La opinión común es que había siete cielos, siendo el último el de la felicidade suprema.

(Mantuve la caligrafia de la obra. Subrayé)

4. Francisco Valdomiro Lorenz

“La Voz del Antiguo Egipto”, 4ª Ed., 1980, FEB, RJ/RJ

- cap. III, p. 111-112: (...) El faraón tuvo que pasar la vida después de la muerte por largo tiempo en la esfera astral próxima a la Superficie terrestre, sufriendo remordimientos y purificándose por medio del arrepentimiento y entregándose a actividades altruistas de servicio, dirigido por los sabios Guías de la humanidad. (...) Otro espíritu fue elevandose a regiones cada vez más altas. (...) Hay aún referencias sobre la tercera esfera.

La obra cita a existencia de esferas astrales, desde regiones infernales, hasta esferas de luz y felicidad; hay regiones cada vez más altas... las “tercera” y “cuarta” esferas son alcanzables por méritos en el bien.

5. Claudinei

“El prisma de las mil caras”, Autor espiritual Claudinei, psicografia de E. Kühl, 3ª Ed., 2002, Edit. Fonte Viva, BH/MG

- cap. “Siembra de los Espíritus”, p. 198 a 203: Con descripción más detallada del mundo espiritual, del cual la Tierra es su contraparte material, donde los espíritus transitan en espacios correspondientes a su evolución; tales espacios, que sólo para efecto de comprensión podrían ser comparados a las capas atmosféricas terrestres, forman hipotéticos “escalones espirituales”, pudiéndose imaginar, aún hipotéticamente, que son en número de siete esos “escalones”, cada uno obediente al concepto de adelantamiento espiritual.

En esos escalones no transitan sólo espíritus desencarnados: también los encarnados circulan por ellos, aunque en ellos no tardándose, sea por los desdoblamientos del sueño, o por condiciones mediúmnicas; de uno para otro “escalón” sólo por merecimiento asciende el espíritu; ya los espíritus más evolucionados pueden, a cualquier instante, por voluntad propia, visitar planos inferiores.

Las descripciones a continuación constituyen mera proyección de hasta donde el espíritu humano consigue alzar; naturalmente, además del perfeccionamiento máximo humano, nuevos “escalones” le serán antepuestos, rumbo al infinito, jamás alcanzable, aunque allá está a “Perfecciones de las Perfecciónes” — ¡DIOS!

1° escalón: “Hábitat” compulsório de espíritus no evolucionados. Aunque en el plano espiritual, se localiza por interpenetracción en regiones terrenas, ya que sus habitantes no detentan la mínima condición de desconectarse de los fluidos pesados que generan y de los cuales se alimentan. Allí está la escoria de la humanidad, único lugar posibles de presentarles condiciones de notar sus defectos, por el remordimiento, que derivan de sus sufrimientos, de los cuales son los propios causantes. La vida allí es bastante desagradable: “hay llanto y crugir de dientes”, en el decir de Jesús. Todos los pensamientos, por regla bestiales, toman forma, en esa área, la cual se sitúa en grutas y pántanos, además de probablemente, en el interior de la superficie terrestre. Esa última localización, supuestamente habrá dado origen a la concepción del “fuego del infierno” — jamás extinguibles — hasta porque, es donde está el núcleo ardiente del planeta Tierra. En algún punto de esos infelices parages se sitúan los espíritus de los suicidas, lugar tan triste, que ni el propio Sol lo alcanza.

Pero también, allí comparece la Bondad del Padre, no desamparando a ninguno de sus hijos. Mensajeros de la Caridad, en abnegada postura, continuamente van hasta las antros, cavernas y valles profundos (abismos), llevando la Esperanza y el mensaje cristiano a los que allí yacen. Cuando la bendita luz del arrependimento sincero surge en el alma de tales réprobos, representa la boya para el náufrago exhausto: son atendidos por aquellos Espíritus bondadosos, iniciando la larga caminada que los conducirá al Bien.

escalón: también y aún, está al nivel de la tierra física. Es el lugar de los Espíritus apegados a los bienes terrenos y prendidos a deseos inferiores. Tales Espíritus se realizan obsesando a encarnados con ellos sintonizados en los mismos objetivos y también manteniendo íntima conexión con médiums interesados. Hay mucho sufrimiento en esa región, traducido por necesidades en el satisfechos, generando angustias y frustraciones. No es raro, legiones de Espíritus endurecidos y dictadores esclavicen a los más débiles, paradójicamente, a través de sus propias flaquezas. Es allí que ocurren las llamadas pesadillas de encarnados, cuyos Espíritus allá comparecen, por sintonía, tan inmediatamente se desconectan del cuerpo físico, por el sueño. Naturalmente, en el proseguimiento de ese vivir, en que el dolor siempre los acompaña, los integrantes de esa área irán a concienciar de que tal vida sólo aumenta sus ya no pocos problemas. Entonces, desearán otra condición, momento en que la centella divina que les habita el alma los inducirá al remordimiento, que constituirá una plegaria ardiente, jamás desatendida por Dios.

3° escalón: Es verdaderamente donde comienza la región espiritual. En esa capa los espíritus dividen sus intereses, ahora para cosas materiales, ahora para objetivos más elevados, morales. Es ese el “escalón” del despertar para la Verdad.

4º escalón: En él, se sitúa la colonia “Siembra de los Espíritus”1. Aquí las cosas del espíritu hablan más alto y sus habitantes tienen la condición de tomar, tal vez, de más importante sus decisiones: al frente, la evolución, el progreso espiritual; a la retaguardia, los llamamientos del mundo.

5º escalón: Decididos por su evolución espiritual, los habitantes de esos iluminados espacios se complacen en el auxilio al prójimo. Las tareas amorosas que emprenden, les proporcionan maravillosos conocimientos, primero de la Sabiduría Divina y después sobre el alma humana. Teniendo conciencia plena de sus débitos pasados, se esfuerzan en quitarlos, buscando reencarnaciones que los posibiliten ascender a las regiones superiores, donde puedan mejor ejercer la fraternidad.

6º y 7º escalones: Lugares donde el Amor, la luz y la paz preponderan.

Teniendo el planeta Tierra como una de sus destinos, el agotamiento de deudas, a través de pruebas y expiaciones, tal vez sea lícito suponer, con el mayor respeto, que incluso los habitantes de esos parages aún presenten vestigios deudores ante la Justicia Divina. No obstante, por merecimento, en ellos frecuentan estádios de enseñanzas elevadísimas (siéndonos permitido sólo suponer, aún una vez), suministradas por entidades con elevación superior a la terrena.

Así, en ese nivel, están los Espíritus que, por los esfuerzos, actitudes y trabajos ejecutados, en el Plano de Dios — la Caridad —, obtienen en él opción de permanencia hasta vuelos más altos de la evolución: muy probablemente, en breve tiempo obtendrán méritos para habitar en mundos regeneradores.

Por norma, el desprendimento es la tónica de esos parages casi celestiales, pues sus habitantes, de tiempos en tiempos allí, se desvisten de su luminosidad espiritual y descienden a los planos inferiores de la existencia humana para, por misión, alcanzar para el aprisco las almas desgarradas, conforme la inolvidable parábola del buen Pastor — el Maestro Jesus.

*

Aun sobre los “escalones espirituales”, el autor espiritual añadió otros detalles, de entre los cuales destaco apenas algunos:

- los escalones de la evolución no tienen fronteras rígidas, separando unos de los otros: interpenetrándose. Eso es porque, en la Naturaleza, todo ocurre de forma ordenada, secuencial, dinámica...

- cada plano se muestra, al habitante, según la luz que el mismo pueda proyectar;

- por eso, no podría aún un espíritu de una región inferior transitar por otra superior, porque no tendría condiciones individuales de iluminar su camino e identificar a los espíritus, objetos, lugares — etc., de ese plano;

- los Espíritus de los planos inferiores, que por algún tiempo quedan en la Siembra de los Espíritus”, son tutelados por almas caritativas que los acogen y los acompañan, en todos sus desplazamientos. Normalmente, su demora es poca y tiene destino específico: concatenación de la próxima reencarnación;

- (...) La Siembra de los Espíritus”, así como las demás ciudades espirituales similares poseen, en sus respectivos Departamentos de Reencarnación, filiales del “archivo universal”, con posibilidades bien superiores a la “computación en red” terrena. En esos registros filiales exigen adelantado grado evolutivo por parte de sus maniobradores, he ahí que por allí desfilan compungentes dramas personales, familiares e incluso de colectividades.

6. Apóstol Pablo

I Coríntios – 12-2

- “Un hombre, en comunión con el cristo, fue arrebatado...En el cuerpo, y fuera de el...Al tercer cielo...”

Conclusión

En la literatura espírita hay más obras tratando de la Psicosfera Terrestre. Com tudo, juzgo que los registros que fueron expuestos ya ofrecen subsídio suficiente para que los lectores retiren suas proprias conclusiones.

 

1 “Siembra de los Espíritus” – Colonia espiritual descrita em el libro “El prisma de las mil caras”, citado

 

Traducción:
Isabel Porras - isabelporras1@gmail.com

 

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita