Estudio de las Obras de Allan Kardec
por Astolfo O. de Oliveira Filho

Año 11 – Nº 524 – 9 de Julio de 2017

La Revista Espírita de 1860
Parte 4

Continuamos en esta edición el estudio de la Revue Spirite de 1860, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio fue basado en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.

Preguntas para el debate 

A. ¿Qué decirle a los que atribuyen las manifestaciones espíritas al demonio?

B. Los Espíritus más adelantos, ¿saben todo?

C. Remordimiento y arrepentimiento, ¿son sinónimos?

D. ¿Cuál es uno de los principales escollos en la actividad mediúmnica?

Texto para la lectura

79. La Revue relata que el 14-1-1860 el Sr. Lecomte, del municipio de Brix, vio el Espíritu de un antiguo camarada muerto hace dos años y medio. La aparición le pedía que se celebre una misa por él. El hecho se repitió varios días. La quinta vez, el día 19, Lecomte prometió hacerla. El día 27 la misa fue celebrada en la capilla escogida por el Espíritu, que apareció allí, cerca al sacerdote. (P. 124)

80. Kardec transcribe el mensaje de Micael, uno de los Espíritus dedicados  a protección de los niños, el cual agradece a Dios esa dulce misión. (P. 124)

81. El Espíritu de Verdad dice que la mejor respuesta a los que atribuyen las manifestaciones espíritas al demonio es decir lo que Jesús respondía a sus perseguidores, cuando formularon contra Él las mismas acusaciones. (P. 126)

82. En un mensaje sobre la ostentación, un Espíritu dice que la limosna hecha con ostentación no agrada a Dios, pero sí aquella que es hecha con toda la humildad del corazón. (P. 127)

83. Francisco de Sales dice que el Espiritismo está llamado a esclarecer al mundo, pero necesita de algo de tiempo para progresar, aunque haya existido desde la Creación, cuando solo era conocido por algunas personas. (P. 129)

84. En un mensaje recibido por el Sr. Colin, se dice que los Espíritus por más elevados que sean, no saben todo; solo Dios lo sabe. Además, de todo lo que saben, no pueden revelarlo todo. (P. 130)

85. Un Espíritu que no se identificó le dice a los hombres sin fe que todavía hay tiempo para que el arrepentimiento penetre sus corazones. “Buscad al infeliz que no osa lastimarse y que la miseria mata lentamente, y el pobre que hubiereis aliviado incluirá vuestro nombre en sus oraciones.” (P. 131)

86. El Espíritu de una señora se dirige a sus nietos recordándoles que nunca es demasiado temprano para ocuparnos del bien y de lo que es bueno. “Comenzad, pues, temprano a ocuparos de las cosas serias. El tiempo de las futilidades es siempre largo: es inútil para vuestro progreso, al cual no se le debe perder de vista ni por un instante.” (PP. 135 y 136)

87. Kardec comenta el caso de la señorita Godu, médium curadora, y afirma: “La gente se interesaría por un médium de efectos físicos capaz de que producir fenómenos extraordinarios; no se podría ver con indiferencia a aquel cuyas facultades son provechosas para la Humanidad y que, además, nos revela una nueva fuerza de la Naturaleza”. (P. 137)

88. Kardec dice que el Espíritu es tanto más lúcido y explícito cuanto más se comunica y, de cierto modo, se identifica con el médium que le sirve de instrumento. (P. 138)

89. A partir del 20-4-1860, las sesiones de la Sociedad Espírita de París pasarán a realizarse en Rua Sainte-Anne, Nº 59, pasaje de Sainte-Anne. (P. 138)

90. La Revue transcribe una noticia extraída de las crónicas de Froissard, sucedidas el siglo XIV, que muestran la antigüedad de los hechos espíritas. (P. 142)

91. Kardec transcribe otra carta del Dr. Morhéry, que da cuenta de las curaciones obtenidas por la médium Désirée Godu. Desde su llegada hasta el 25-4-1860 ya la habían visitado más de 200 enfermos y pudieron ser curados casi todos los que siguieron sus prescripciones. (P. 148)

92. El médico dice que es sobre todo en las afecciones reumáticas, en las parálisis, en las ciáticas, en las úlceras, en las desviaciones óseas, en las llagas de todo tipo, que el tratamiento de la Srta. Godu parecía dar mejores resultados. (P. 148)

93. El Dr. Morhéry informa haber aprendido con la médium muchas cosas útiles, tanto para el tratamiento como para el diagnóstico, y envía en la carta fichas-resumen conteniendo la evolución del tratamiento de 12 enfermos, donde se ve que el tratamiento espiritual era hecho, normalmente, con ungüentos e infusiones de diversas plantas. (PP. 149 a 151)

94. La Revue informa el caso curioso del Sr. Jardin, que previó su propia muerte. Evocado por Kardec, explicó que su presentimiento fue en realidad un aviso de su esposa, fallecida antes que él. (P. 153)

95. Kardec evoca al Espíritu de una mujer que había sido una de las principales convulsionarias de Saint-Médard, “una pobre fanática”, según ella misma se definió. (P. 155)

96. La Revue transcribe la noticia publicada por la Gazetta dei Teatri, de Milán, respecto a un joven que veía diariamente, a la hora de comer, a su novia suicida, que se le aparecía bajo la forma de un esqueleto amenazador (él la había abandonado y contribuido indirectamente a su suicidio). (P. 160)

97. Comentando un mensaje obtenido en inglés por la Srta. Huet, que no conocía ese idioma, Kardec dice que las pruebas más patentes surgen a veces cuando menos se espera, puesto que los Espíritus tienen libre albedrío y quieren probarnos que no están sometidos a nuestros caprichos. (P. 164)

98. Un Espíritu dice que el arrepentimiento sincero obtiene el perdón de todas las faltas; el remordimiento, sin embargo, no tiene nada en común con el arrepentimiento. El remordimiento es el preludio del castigo; el arrepentimiento, la caridad y la fe nos conducen a la felicidad reservada a los Espíritus buenos. (PP. 166 y 167)

99. Las facultades de las que gozan los médiums atraen hacia ellos elogios, felicitaciones y la adulación de los hombres. Ahí está el escollo. Si ellos se dejan envolver por la vanidad, atribuyéndose a sí mismos el mérito de sus producciones mediúmnicas, los Espíritus buenos los abandonan y ellos se convierten en juguetes de los embusteros. (P. 167)

100. Los ángeles de la guarda, sin embargo, los ayudarán con sus consejos y los preservarán contra la influencia de los Espíritus malos, si supieran escuchar su voz y cerrar su corazón al orgullo, la vanidad y la envidia. (P. 167) (Continúa en el próximo número.)

Respuestas a las preguntas

A. ¿Qué decirle a los que atribuyen las manifestaciones espíritas al demonio?

Según el Espíritu de Verdad, la mejor respuesta a los que atribuyen las manifestaciones espíritas al demonio es decir lo que Jesús respondía a sus perseguidores, cuando formularon contra Él las mismas acusaciones. (Revue Spirite de 1860, p. 126.)

B. Los Espíritus más adelantos, ¿saben todo?

No. Por más elevados que sean, ellos no saben todo; solo Dios lo sabe. Además, de todo lo que saben, no pueden revelarlo todo. (Obra citada, p. 130.)

C. Remordimiento y arrepentimiento, ¿son sinónimos?

No. El remordimiento no tiene nada en común con el arrepentimiento. El remordimiento es el preludio del castigo; tanto el arrepentimiento, como la caridad y la fe, nos conducen a la felicidad reservada a los Espíritus buenos. (Obra citada, pp. 166 y 167.)

D. ¿Cuál es uno de los principales escollos en la actividad mediúmnica?

Las facultades de las que gozan los médiums atraen hacia ellos elogios, felicitaciones y la adulación de los hombres. Ahí está el escollo. Si ellos se dejan envolver por la vanidad, atribuyéndose a sí mismos el mérito de sus producciones mediúmnicas, los Espíritus buenos los abandonan y ellos se convierten en juguetes de los embusteros. Los ángeles de la guarda, sin embargo, los ayudarán con sus consejos y los preservarán contra la influencia de los Espíritus malos, si supieran escuchar su voz y cerrar su corazón al orgullo, la vanidad y la envidia. (Obra citada, p. 167.)

 
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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