Editorial 

Año 11 – Nº 521 – 18 de Junio de 2017

En la vida jamás estaremos solos o abandonados

El libro El Cielo y el Infierno es una contribución importante por ilustrar con casos reales el mecanismo de la ley de acción y reacción, de cómo se realizan las penas y los gozos futuros. Pero no menos importante, él también caracteriza los tipos de comunicación posibles de Espíritus de toda la escala espírita – exceptuándose los Espíritus puros, por no estar sujetos a la materia – constituyendo un verdadero guía de lo que esperar de la diversidad de comunicantes. 

En el artículo Acción y Reacción, De Orson Peter Carrara, uno de los relieves de esta edición, que mencionamos a seguir, se delinean los aspectos morales más importantes de esa obra fundamental de Allan Kardec.  

“Luego, son las imperfecciones o las cualidades del alma humana que generan sus acciones felices o equivocadas. Y esas acciones están caracterizadas con el sello moral de la etapa en que se sitúa el ser.” (Orson Peter Carrara, artículo mencionado.)

Nosotros actuamos según el albedrío de nuestros corazones. Plasmamos actitudes según la inclinación propia y generamos acciones felices o infelices de acuerdo con los niveles de deseo que nos mueve en dirección a los afectos y desafectos que nos son peculiares. Cada escoja representa una actitud de vinculación o de liberación, en que nos tornamos felices o infelices dependiendo de la disposición íntima de querer el bien o el mal del ser buscado. Influenciamos e igualmente somos influenciados por los Espíritus que comulgan con nuestro estado de espíritu.

“Por lo tanto, los pensamientos, los sentimientos, y las propias acciones ejecutadas en el transcurrir de una existencia generan reflejos en la propia existencia, en la vida espiritual o hasta mismo en la próxima o futuras existencias, dependiendo es obvio de la extensión o gravedad de la acción promovida.” (Orson Peter Carrara, artículo mencionado.)

Emmanuel dice que, en caso de suicidio, serán necesarias dos o más encarnaciones para sanar la lesión perispiritual consecuente, además del Espíritu pasar por pruebas semejantes a aquella que lo llevó al suicidio en la existencia precedente. Las consecuencias de nuestros actos son, por lo tanto, adecuadas a la intención que nos movió. Los meritos y deméritos están siempre de acuerdo con la intención negativa o positiva que anhelamos, que arrullamos. El libro Acción y Reacción, de André Luiz, explana, de manera clara, como se procesa el mecanismo de expiación y también de su atenuación, cuando eso se torna posible ante nuestro merecimiento.  

“La ley de acción y reacción, o el lema ‘a cada uno según sus propias obras’, se basa en un perfecto mecanismo de justicia e igualdad absoluta para todos. No hay cualquier favoritismo para quien quiera que sea. Actuando bien, tendremos el merito del bien. Actuando mal, tendremos las consecuencias. No se trata de castigo, en absoluto, pero de consecuencias.” (Orson Peter Carrara, en el artículo mencionado.)

Está todo de acuerdo con los actos, con la intención y con el merito. La intención y el merito son el fiel de la balanza. Tengamos la certeza de que en la ley de compensación nada es mecánico. No se trata de matemáticas. A los cómputos son agregados, siempre, el sentimiento y el amor de Dios.

“En todo, sin embargo, es necesario siempre considerar la misericordia de Dios, que nunca abandona sus hijos y les abre sin cesar nuevas oportunidades de progreso.” (Orson Peter Carrara.)

Cada experiencia reencarnatoria encierra la manifestación de la misericordia de Dios, o, para usar una expresión significativa, de gracia múltiple de la Providencia. Nunca estamos solos o abandonados – tenemos siempre un amigo invisible, un “ángel de la guarda”, que vela por nosotros.

Por más que erremos, nuevas oportunidades de crecimiento se nos presentan y tenemos certeza de que jamás seremos desheredados, porque Dios, nuestro Padre, conforme el Espiritismo nos enseña, no es sólo el Creador, sino  un Padre soberanamente justo y bueno.
 
 

Traducción:
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br 

 

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita