Estudio de las Obras de Allan Kardec
por Astolfo O. de Oliveira Filho

Año 11 – Nº 519 – 4 de Junio de 2017

La Revista Espírita de 1859

Parte 9

Continuamos en esta edición el estudio de la Revue Spirite de 1859, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio está basado en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respues-tas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.

Preguntas para el debate 

A. La oración, ¿le es útil a los muertos?

B. En las muertes violentas, ¿es más rápida la separación entre cuerpo y periespíritu?

C. ¿En qué se fundamenta la metempsicosis enseñada por los hindúes?

D. ¿Qué advertencia a la juventud hizo el Espíritu de Privat?

Texto para la lectura

193. Pauline Roland escribe sobre los Convulsionarios de Saint-Médard y sobre las curas obtenidas allí, atribuidas por error al Espíritu del padre François Pâris, hasta que las autoridades cerraron el cementerio en enero de 1732. Evocado, el padre Pâris explica que no tuvo nada que ver con las curas y que los fenómenos cesaron porque Dios quiso que terminasen, porque habían degenerado en abuso y escándalo. El medio fue la orden de la autoridad. (P. 348)
194. En respuesta al crítico Oscar Comettant, Kardec dice que los Espíritus tienen un cuerpo, una envoltura invisible, y es por ese intermediario semimaterial que actúan sobre la materia. (P. 352)
195. Kardec dice que si la creencia en Dios estuviese arraigada en el corazón de todos, no deberían temer nada unos de los otros. Fue por ello que cierto sacerdote dijo, con respecto a la Doctrina Espírita: “El Espiritismo conduce a la creencia en algo. Ahora bien, yo prefiero a los que creen en algo que a los que no creen en nada, porque estos no creen ni incluso en la necesidad del bien”. (P. 355)
196. El Espiritismo – agrega Kardec – es la destrucción del materialismo. Es la prueba patente e irrecusable de lo que ciertas personas llaman futilidades, como: Dios, el alma, la vida futura feliz o infeliz. (PP. 355 y 356)
197. Uno de los suscriptores de la Revue, definiéndose como protestante, dice que en su Iglesia nunca se ora por los muertos, porque el Evangelio no lo enseña. Kardec responde afirmando que la oración es agradable a todo aquél por quien es hecha, y cita al respecto al Rev. Padre Félix. (PP. 357 y 358)
198. “Si los muertos no tienen el conocimiento claro de las oraciones que hacemos por ellos, es cierto que sienten sus saludables efectos”, afirma el Rev. Félix. (P. 359)
199. Kardec está de acuerdo y agrega que la oración puede incluso abreviar los sufrimientos. Es que la oración real estimula el arrepentimiento en el Espíritu y desarrolla en él los buenos sentimientos, animándolo a hacer el bien y volverse útil, con lo que podrá salir del lodazal en que se encuentra. (P. 360)
200. Un suscriptor de la Revue relata un curioso hecho de aparición en la que el Espíritu ignoraba su propia desencarnación, después de más de tres meses. “No consigo levantar nada”, dijo el Espíritu. “Después del sueño que experimenté durante mi enfermedad, he cambiado: ya no sé más dónde me encuentro; me siento en una pesadilla.” (P. 363)
201. Kardec esclarece que la separación entre el cuerpo y el periespíritu se operan gradualmente y no de una manera brusca. En las muertes violentas y en los casos en que el individuo vivió más la vida material que la vida moral, la separación es más lenta, porque el apego a la materia retiene el alma. (PP. 364 y 365)
202. El Sr. Tug..., en nota comunicada a la Sociedad Espírita de París, habla sobre la creencia de los hindúes, que piensan que las almas fueron creadas felices y perfectas, y después se rebelaron, siendo las almas caídas obligadas a reencarnar en cuerpos de animales. (PP. 367 y 368)
203. La metempsicosis de los hindúes está basada en el principio de la retrogradación de las almas. La reencarnación enseñada por los Espíritus está basada en el principio de la progresión continua. Para los hindúes, el alma comenzó por la perfección para llegar a la abyección. Para el Espiritismo, sucede lo contrario. (P. 368)
204. A Sra. Ida Pfeiffer relata en Mi Segundo Viaje Alrededor del Mundo un acontecimiento interesante ocurrido en Java, en la residencia de Chéribon, donde los Espíritus aparecían y, por la noche, llovían piedras de todos lados, sin herir a ninguno de los residentes. Las autoridades hicieron de todo para descubrir la causa de los fenómenos, que aun así continuaron, hasta que el gobernador ordenó demoler la casa. (PP. 368 y 369)
205. Evocada por Kardec, Ida Pfeiffer dijo haber sido traída a ese lugar, de súbito, sin darse cuenta, gracias una atracción irresistible. (Ver sobre el asunto los casos Dirkse Lammers y Michel François.) (PP. 369, 370 y 382)
206. Hablando sobre los hechos de Java, Pfeiffer dice que las piedras eran transportadas por los Espíritus, y su objetivo era atraer la atención y hacer constatar un hecho del cual se tenía que buscar una explicación. (P. 371)
207. Evocado cerca de 19 días después de su muerte, Privat d'Anglemont, conocido hombre de letras, no tenía aún conciencia clara de su actual situación y no podía ver las cosas tan claramente como cuando estaba vivo. (P. 373)
208. Una semana después, él estaba mejor y dijo que cada hombre tiene su misión en la Tierra. “¡Infeliz de aquel que no la desempeña con fe!”, agregó el Espíritu. (P. 377)
209. Tres semanas más tarde, Privat hizo una advertencia a la juventud. Los jóvenes necesitan lecturas serias, dijo, recordando que aquel que en la primavera de la vida solo pensó en el placer, prepara para más tarde terribles remordimientos, porque verá que el tiempo perdido jamás se recupera. (P. 379)
210. Hablando de sí mismo, el Espíritu dice que sus ocupaciones son casi nulas, en virtud de la vida que llevó en la Tierra. “Aquello que me parecía un placer en vuestro mundo – dijo – es ahora una pena para mí.” (P. 380)
211. El Espíritu de Vicente de Paúl, después de decir que el amor es la ley de la atracción para los seres vivos y organizados, enseña que el Espíritu sea cual fuera su grado de adelanto y su situación, ya sea en una reencarnación o en la erraticidad, está siempre colocado entre un superior que lo guía y perfecciona, y un inferior hacia el cual tiene los mismos deberes. (P. 384)
212. El Espíritu de Julio César cuenta que tuvo que expiar sus faltas en varias existencias miserables y oscuras y, la última vez que vivió en la Tierra fue Luis IX. (P. 385)
213. El Espíritu de San Basilio dice que aquél que pretende levantar un obstáculo a la marcha de la verdad, será arrastrado por ella inevitablemente, como un niño ante un arroyo impetuoso y rápido. (P. 386)
214. El Espíritu de San Lucas narra la parábola de los tres ciegos y la moneda de oro, comparando a la sociedad con los ciegos y al Espiritismo con el oro. (P. 387)
 

Respuestas a las preguntas

A. La oración, ¿le es útil a los muertos?

Sí. A uno de los suscriptores de la Revue, adepto del protestantismo, que le dijo a Kardec que en su Iglesia nunca se oraba por los muertos porque el Evangelio no lo enseña, Kardec le respondió afirmando que la oración es útil y agradable a todo aquél por quien es hecha, y citó al respecto al Rev. Padre Félix, que dijo: “Si los muertos no tienen el conocimiento claro de las oraciones que hacemos por ellos, es cierto que sienten sus saludables efectos”. (Revue Spirite, pp. 357 a 360.)

B. En las muertes violentas, ¿es más rápida la separación entre cuerpo y periespíritu?
No. Kardec dice que la separación entre el cuerpo y el periespíritu se operan gradualmente, no de una manera brusca, y en las muertes violentas y en los casos en que el individuo vivió más la vida material que la vida moral, la separación es más lenta, porque el apego a la materia retiene el alma. (Obra citada, pp. 364 y 365.)

C. ¿En qué se fundamenta la metempsicosis enseñada por los hindúes?
Los hindúes piensan que las almas fueron creadas felices y perfectas, y después se rebelaron, siendo las almas caídas obligadas a reencarnar en cuerpos de animales. Su metempsicosis está basada, pues, en el principio de la retrogradación de las almas, mientras que la reencarnación enseñada por los Espíritus está basada en el principio de la progresión continua. Para los hindúes, el alma comenzó por la perfección para llegar a la abyección. Para el Espiritismo, sucede lo contrario. (Obra citada, pp. 367 y 368.)

D. ¿Qué advertencia a la juventud hizo el Espíritu de Privat?
Eses Espíritu, después de encontrarse con la realidad de la vida después de la muerte, afirmó que los jóvenes necesitan lecturas serias, recordando que aquel que en la primavera de la vida solo pensó en el placer, prepara para más tarde terribles remordimientos, porque verá que el tiempo perdido jamás se recupera. (Obra citada, p. 379.)

 

Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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